El fraude empezó a existir en el momento que fue considerado una acción en contra de la ley debido al impacto negativo que producía al orden social, es decir, su nacimiento surgió con su tipificación en el antiguo código penal romano. Previamente, era solo considerado como un tipo de engaño que causaba una mala imagen social al defraudador, sin que hubiera ninguna responsabilidad penal o civil más para quien lo comete, pero sí una consecuencia nefasta para las víctimas que lo sufren, tanto a nivel económico como psicosocial.

El hecho de tipificarlo como tal, hizo que los propios defraudadores fueran vistos como personas no acordes a la ley y, muchos de ellos, condenados y marginados por la propia sociedad. Sin embargo, no en todo el mundo se encuentra tipificado el fraude en todas sus posibles diversas situaciones, hay que tener en cuenta las situaciones políticas, sociales, culturales y económicas de cada zona geográfica, para entender por qué en algunas zonas una acción es considerada fraude y, en otras no.

Actualmente, se está desarrollando un tipo de fraude global a causa del boom del sector del e-commerce, que ha quebrado la particularidad específica que caracterizaba al fraude. En esta tipología no se encuentra limitado según la zona geográfica o las costumbres de la cultura propicia del lugar, sino que podría tratarse de un fraude con tendencia “uniforme”, debido a que su modus operandi o comportamiento es compartido por una gran diversidad de personas de diferentes países, el único elemento cambiante es el tipo de víctima a escoger. Asimismo, se trata de un tipo de fraude que no teme a la ley, debido a la ausencia de la misma o a la difícil trazabilidad de los hechos, para reunir las suficientes pruebas que puedan dar soporte a su sanción. Debido a esta ausencia o laguna jurídica y, a la existencia de una cantidad ingente de recursos educativos accesibles para toda aquella persona que tenga acceso a internet, la ha convertido en una actividad muy atractiva para cualquier perfil, sea un especialista o un novato.

Ahora bien… ¿se puede considerar a toda acción fraudulenta un delito? Como hemos podido observar, el fraude solamente comenzó a existir porque el código penal romano comenzó a sancionarlo, diferenciándolo como un tipo de engaño. Pero, también se ha podido observar que ciertas acciones fraudulentas, dependiendo del lugar donde te encuentres no tienen por qué tener consecuencias punibles establecidas por el Estado. Durante nuestra formación en los estudios siempre nos han definido la criminología como “Ciencia multidisciplinar que se encarga de estudiar y analizar todos los elementos que rodean al delito u otras similares. Ahora bien… si una acción que se encuentra fuera de la normalidad y, ocasiona un desagravio o perdida a una persona o a la empresa, y no se encuentra tipificada por la normativa penal… ¿Se encuentra dentro del campo de estudio de la criminología?

Estas definiciones la han encasillado en un campo de acción limitado y dependiente de la normativa estatal e internacional. El fraude del e-commerce es una realidad delictiva poco tipificada a nivel internacional y con respecto a nivel nacional, resulta complejo sancionar a una persona que, ni si quiera se encuentra dentro del propio país.

El fraude e-commerce está ocasionando millones de pérdidas tanto a las empresas como a la persona de a pie. Quizás la ley siempre estará por detrás de la acción fraudulenta, pero no debería ocurrir en la criminología. Si el fin de la criminología es la prevención y evitar que se llegué a la acción delictiva, ¿por qué no estudiar y prever las futuras acciones delictuales? El robo de coches no existió hasta que empezó a ser un producto accesible y barato para todas las personas, ¿no se pudo prever este nuevo comportamiento en base al estudio de previos comportamientos pasados?

El mundo de la tecnología y de la seguridad está cambiando a una escena del crimen que no es visible o palpable a simple vista, y la ciencia criminológica se está quedando atrás. Si la ciencia de la criminología es una ciencia multidisciplinar, ¿por qué no se ha actualizado y renovado? ¿Por qué los contenidos de las asignaturas siguen siendo los mismos? ¿Por qué no realizar una prospección hacia el futuro y poder plantear a la sociedad escenarios de criminalidad que puedan dañar a las empresas y a la propia población?